sábado, 26 de octubre de 2013
Halloween marcaba el Año Nuevo de los celtas
Halloween marcaba el Año Nuevo de los celtas. En esta fecha terminaba la época de cosechas y con ellas el reinado de Baal, dios celta de la primavera y el verano. A partir del 1º de noviembre reinaba Samhain, el dios de la muerte. El 31 de octubre, por la noche, se producía un intervalo entre los dos reinados. Las fronteras entre lo natural y lo sobrenatural dejaban de existir y los muertos aprovechaban el momento para deambular por el mundo de los vivos. Por este motivo, el festival del 31 de octubre era considerado el "Festival de la muerte". Durante esas horas, se podía tocar, palpar e incluso se podía traspasar al mundo de los muertos. Por eso en todo el pueblo había hogueras, para poder guiar a los muertos en la oscuridad de la noche, para que encontrara a sus parientes y hogares, y se pudieran calentar con el calor del fuego del hogar. Esta es la mejor noche para invocar a la naturaleza con pequeños rituales. En esta fecha terminaba la época de cosechas y con ellas el reinado de Baal, dios celta de la primavera y el verano. A partir del 1º de noviembre reinaba Samhain, el dios de la muerte. El 31 de octubre, por la noche, se producía un intervalo entre los dos reinados. Las fronteras entre lo natural y lo sobrenatural dejaban de existir y los muertos aprovechaban el momento para deambular por el mundo de los vivos. Por este motivo, el festival del 31 de octubre era considerado el "Festival de la muerte". Durante esas horas, se podía tocar, palpar e incluso se podía traspasar al mundo de los muertos. Por eso en todo el pueblo había hogueras, para poder guiar a los muertos en la oscuridad de la noche, para que encontrara a sus parientes y hogares, y se pudieran calentar con el calor del fuego del hogar. Esta es la mejor noche para invocar a la naturaleza con pequeños rituales
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Alaba en voz alta y recrimina en voz baja. Buen rollito